De cobranza a Marketing Digital
Toda mi vida pensé que con lo que aprendía en la escuela iba a ser suficiente para el trabajo de mis sueños, aunque en realidad ni siquiera sabía cuál iba a ser. Mientras encontraba un propósito me quede con los conocimientos de la escuela, con tal de pasar con buenas calificaciones, debido a que debía mantener un promedio para que me hicieran un descuento en la colegiatura.
La universidad en la que estaba tenía un plan para sus estudiantes que era que en el último cuatrimestre debíamos encontrar trabajo para que se nos tomara en cuenta y nos pudieran proporcionar nuestro título académico.
Como soy una persona que siempre anda siguiendo las reglas por más aburridas que parezcan, me postule en todos los trabajos que vi por internet, aunque para esto ya tenía experiencia previa debido a que ya había sido becaria de cobranza en una empresa, sin embargo lo único que me importaba en ese momento era realizar el trámite para el título académico, porque sino de que iban a servir mis 4 años de carrera.
La cobranza parte de mi día a día
Me hablaron de varios lugares pero no lograba quedarme, hasta que por fin me llamaron de una empresa de outsourcing de cobranza para el puesto de trainner de cobranza, era un puesto acorde a mis conocimientos y en lo personal me llamó la atención porque me pagarían tiempo completo y sobre todo lo que también me importaba era tener experiencia.
El inicio fue bueno, empecé aprendiendo y ayudando en lo que se podía, estaba junto a una compañera ella era coordinadora de una cuenta un poco difícil pero poco a poco me fue enseñando. Después de algún tiempo ella se fue y como nadie más se involucraba en el proceso de esa cuenta me dejaron a cargo a mí, así que de training pase a coordinadora.
Yo me sentía bien en ese trabajo, aunque como todo había cosas que no dependen directamente de mí. Ya que, al ser un outsourcing tienes menor voto en las decisiones que el cliente tomará. El cliente para el que trabajamos decidió terminar sus servicios y con ello, al equipo nos enviaron a otros proyectos o equipos.
De trabajo de oficina a emprendedor
En ese equipo o proyecto no me gusto el ambiente laboral, solo tenia que hacer lo que me decían y cuidadito si cometía algún error. La encargada del equipo y el equipo no tenían los mismos intereses y había más enojos, llantos y gritos. En lo personal no era algo que me gustará o disfrutara en lo más mínimo. Y ahí cuando peor me iba laboralmente empezó una crisis existencial y a cuestionarme si estaba en el lugar correcto, la respuesta fue no y renuncie.
Aunque para decidir renunciar, ya contaba con disque plan, que era prepararme para estudiar otra cosa y trabajar por mi cuenta, no sabía si lo iba a lograr porque en realidad ni sabía que quería hacer con mi vida. Durante el caos comencé con cursos, leer e investigar sobre Marketing Digital, sobre todo community manager me hacía sentir bien y contenta.
Después de algunos meses de estudiar y estudiar le pedí una oportunidad a un amigo, porque necesitaba tener experiencia y poder brindar mis servicios. El me apoyo y confío en mi. Me dejo manejar sus redes sociales y a la par creé mi marca personal. El principio fue todo un desafío pero con el paso del tiempo los clientes que han llegado a mi, ha sido por ver mis redes sociales.
Cuando no floreces en un lugar ¡Muévete!
El objetivo de contarte esta historia es para recordarte que nunca es tarde para hacer eso que tanto amas o darle un giro a todo esto, muchas veces nos quedamos o pensamos que debemos seguir haciendo aquello que estudiamos por no defraudar a nuestros papás o personas cercanas, dejándonos a un lado.
Pero la vida es corta y no puedes quedarte viendo como todos cumplen sus sueños mientras tu "haces lo mejor por tu familia", te invito a reflexionar y preguntarte si donde estás es un lugar que te genera paz y estabilidad emocional, si has dudado al responder ¡muévete ya!